La juguetona adolescente Jaycee Starr es atrapada robando en una tienda por un gerente de tiendas severo. En lugar de llamar a los policías, decide enseñarle una lección que no olvidará. La obliga a darle placer oralmente y luego la toma en todas las posiciones. Ella se queda con una corrida en su cara como recordatorio.